La innovación sistémica, el camino de los negocios de triple impacto

La sistematización de los mercados, evolucionando hacia las Empresas B

Hemos tenido este verano alguna reunión estratégica con el equipo de Innodriven y seguimos reflexionando sobre nuestro modelo y evolución futura. Creemos que una de las claves de Innodriven está en la agilidad para adaptarnos a los cambios que se generen en nuestro entorno y, si lo vemos conveniente, impulsar para que ese cambio suceda, por lo que el movimiento forma parte de nuestro ADN.

Así que, revisando documentación, vieja y nueva, hemos llegado a una conferencia de Sally Uren, CEO de Forum for the Future, una fundación que trabaja por un cambio hacia modelos sostenibles de desarrollo y mercados. Resulta interesante ver como una de las claves de su pensamiento es la necesidad de tener una visión sistémica de la realidad y no compartimentar el conocimiento.

Una visión sistémica nos permite comprender que nuestras decisiones empresariales no tienen sólo consecuencias económicas, sino también sociales y ambientales. En base al análisis de Sally Uren, para conseguir esa visión sistémica se deben cumplir con los siguientes 7 pasos:

  1. Mira globalmente. No te centres en las partes, sino en el todo.
  2. Identifica conexiones entre las distintas partes del sistema. Eso te permitirá comprender la complejidad del mismo y las distintas visiones que permite.
  3. Desarrolla diferentes perspectivas de observación. Distintos enfoques permiten una mejor comprensión.
  4. Todos los modelos detectados son verdaderos (o todos son falsos), pero algunos son más útiles que otros, testéalos.
  5. Dentro del análisis considera diferentes escalas temporales, eso aumentará tu capacidad de descubrir diferentes perspectivas.
  6. Desarrolla distintas acciones en diferentes perspectivas y dimensión de comprensión para identificar patrones del sistema y entender cuales están bloqueando la evolución del cambio.
  7. Aprender constantemente sobre el sistema y cómo ser más efectivo en él, puesto que estamos en un entorno en constante evolución.

Una perspectiva sistemática ayuda, entonces, a comprender mejor nuestro escenario y a ser más relevante en él. Teniendo esto en cuenta resulta interesante trabajar con modelos de desarrollo que tengan este enfoque sistémico. Es el caso de Sistema B y las Empresas B, que tienen el foco en un problema a resolver, con impacto territorial y escala global. Un modelo de empresas que juntas construyen un nuevo sistema económico, que parten de un propósito y que no están centradas únicamente en el mercado como tal, sino que entienden que hay un impacto directo de sus decisiones y actuaciones comerciales en el entorno.

Los modelos actuales de desarrollo y gestión van a centrarse cada vez más en este enfoque globalizador y sistémico. Metodologías como el Design Thinking y la innovación abierta, ya tienen en cuenta esta visión centrada en problemas a resolver a la hora de desarrollar productos y servicios innovadores entendiendo que el cliente es un ser humano al que afectan nuestras decisiones y acciones comerciales desde una perspectiva más amplia que la mera compraventa y uso.

Al final se trata de diseñar y ejecutar modelos transversales, conscientes de sus impactos fuera de los límites tradicionales de la industria y a veces no dimensionados, controlados o queridos. Y no es sólo por un tema de altruismo, o filantropía, se trata de aplicar la innovación abierta para que el propio sistema nos haga evolucionar, siendo más más eficientes en nuestros modelos, prácticas y procesos para escalar el triple impacto (económico, social y ambiental).

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