Venga, confiéselo ¿por qué ha creado su empresa?

¿Cuántos de ustedes tienen claro por qué han creado su empresa? ¿Cuántos han pensado en un motivo que vaya más allá del mero beneficio económico? Les voy a decir una cosa, son pocas las empresas que saben por qué y para que existen.

No sé si conocen el círculo de oro de Simon Sinek. Sinek diseñó una herramienta muy simple que permite hacer una reflexión estratégica fundamental para las empresas, el círculo de oro.

Según Sinek las empresas tienden a hacer la reflexión empezando por el Qué (¿Qué hago? ¿Qué construyo? ¿Qué soy?), luego pasan al Cómo (¿Cómo lo hago? ¿Cómo lo vendo? ¿Cómo consigo ser quién soy?), pero luego pocas llegan al Por Qué, o su respuesta no es inspiradora (porque quiero ganar dinero, porque quiero ser el mejor del mercado, porque quiero derribar a la competencia). Las empresas inspiradoras, las que de verdad permanecen, las que llegan a ser love marks, son las que empiezan por que Por Qué, y no sólo eso, sino que buscan un Por Qué que una gente, que añada personas que se quieren unir a ese Por Qué.

¿Por qué Harley Davidson hace motos? Porque quiere llevar la libertad a las personas ¿Por qué Nike hace ropa y material deportivo? Porque quiere ayudar a las personas a superarse a través del deporte. ¿Sólo es marketing? Sí y no, depende del enfoque que le demos. Por supuesto que un modelo de reflexión así nos da poderosas herramientas de comunicación, pero también es verdad que nos ayuda en una reflexión estratégica sobre qué somos.

La clave está en encontrar un Por Qué que inspire. “Porque quiero ganar más dinero” no es inspirador, no va a hacer que las personas quieran comprarnos o conocernos.

Y además, si empezamos la reflexión desde el Por Qué, va a cambiar nuestra reflexión estratégica posterior, porque nuestra misión (Por Qué) es la que es, pero el Cómo y el Qué pueden cambiar, somos más flexibles a la hora de llevar a cabo nuestro Por Qué. Apple no se ha centrado en ordenadores (el Qué), sino que ha creado una amplia cartera de productos y servicios a partir de un Por Qué concreto, “cambiar el statu quo y hacer las cosas de manera diferente”.

¿Saben qué tipo de empresas empiezan siempre su reflexión por el Por Qué? Las empresas B. Este tipo de empresas comienzan con un propósito, y construyen todo su proyecto en base a ese propósito. Cuando Triciclos dice en su web: “Soñamos con un mundo sin basura, donde la sostenibilidad se convierta en un valor común a todas las personas”, está definiendo su Por Qué (o su Para Que como lo suelen llamar en latinoamérica). Cuando Guayakí dice en su web: “Crear modelos económicos dirigidos a la conservación y la reforestación de la Mata Atlántica trabajando con las comunidades mediante el comercio justo”, está definiendo su Por Qué.

No son empresas que busquen sólo el beneficio económico, que también, por supuesto, son empresas con las que te puedes identificar, que transmiten valores, que quieren transformar el mundo. ¿Suena ambicioso? De acuerdo, lo es, pero son empresas que prefieren soñar y recorrer el camino hacia sus sueños en lugar de pelear por un trozo de árido mercado y que sus “sueños” sean una cuenta de resultados. Qué raros son, ¿no?, pues ellos están cambiando las reglas del juego.

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