Pensamiento de diseño e innovación social

Hay algo que me llama la atención cuando se habla de innovación social. Parece como que esto de la innovación social fuera algo parecido al Ejército de Salvación, a una especie de “ayuda a los pobres” para en muchos casos tener en calma la conciencia. En realidad es un error de base y de concepto. Ya hablamos en otro artículo de los distintos enfoques de la innovación social y comentábamos que podíamos entender la innovación social desde tres enfoque: uno más social, otro más grupal y otro más individual.

La innovación social corre el riesgo de quedarse en un modelo vacío si no somos capaces de dotarla de una base sólida de gestión, objetivos y enfoque. Desde nuestro punto de vista el pensamiento de diseño es una buena herramienta para desarrollar proyectos de innovación social. El pensamiento de diseño es un diseño centrado en el ser humano que permite cambiar completamente el enfoque de trabajo. De este modo pasamos “de diseñar productos para clientes a diseñar experiencias para clientes”, entendiendo por “clientes” los usuarios de esas experiencias.

Mi amigo Amalio Rey dice que el pensamiento de diseño es anthropological doing, y estoy de acuerdo con él. El enfoque antropológico supone no centrarse en la persona en su rol de cliente, sino verla desde un enfoque integral, desde una perspectiva completa que permita analizar qué vive, cómo lo vive y cómo afecta a su vida lo que le ofrecemos.

El pensamiento de diseño es un arma muy poderosa para la innovación social porque diseña experiencias, no productos, y eso implica adaptarse a la persona, y no hacer que la persona se adapte a lo que le damos. El cambio que pueda necesitar una comunidad, un grupo o una persona está más y mejor gestionado desde un enfoque de pensamiento de diseño, que sea capaz de comprender desde una visión holística la experiencia vital. El análisis experiencial y un modelo de desarrollo del producto/servicio que integre elementos sociales y vivenciales del usuario son fundamentales.

La innovación social no es un concepto de ayuda social, es un proyecto de desarrollo social, de mejora de la sociedad en la que se vive, por lo que requiere de metodologías que tengan en cuenta las redes que una persona crea en un entorno social, y las distintas relaciones que se desarrollan en él. Con el pensamiento de diseño, que baja a la arena de las relaciones, conseguimos mejorar nuestras respuestas a esas necesidades. El diseño centrado en el ser humano da respuestas a la sociedad, no al mercado.

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